El tiempo de inactividad y las interrupciones del sistema pueden ser perjudiciales para una empresa, provocando interrupciones, pérdida de ingresos y daños a la reputación. Para minimizar el impacto del tiempo de inactividad y evitar interrupciones, las organizaciones pueden implementar diversas soluciones y mejores prácticas.
¿Qué es el tiempo de inactividad?
El tiempo de inactividad es un término más amplio que abarca cualquier período en el que un sistema, servicio o red no funciona como se esperaba o no está disponible temporalmente. El tiempo de inactividad puede ser planificado o no planificado y puede ocurrir por diversos motivos, incluidos mantenimiento, actualizaciones, fallas de hardware, fallas de software o problemas de red.
El tiempo de inactividad planificado son períodos programados durante los cuales los sistemas o servicios se desconectan intencionalmente para mantenimiento o actualizaciones. Las organizaciones suelen notificar a los usuarios con antelación sobre el tiempo de inactividad planificado para minimizar las interrupciones. Mientras que el tiempo de inactividad no planificado son interrupciones no programadas e inesperadas del servicio debido a factores como fallas de hardware, errores de software, ataques cibernéticos u otros eventos imprevistos.
El tiempo de inactividad puede afectar una amplia gama de sistemas y servicios, incluidos sitios web, servidores, centros de datos, servicios en la nube y más. El objetivo es minimizar el tiempo de inactividad planificado y no planificado para garantizar un funcionamiento continuo.
¿Qué son las interrupciones del sistema?
Las interrupciones del sistema son un subconjunto específico de tiempo de inactividad que se refiere a casos en los que todo un sistema informático, servicio o red deja de funcionar por completo. En caso de una interrupción del sistema, el componente afectado queda completamente fuera de línea y es inaccesible.
Las interrupciones del sistema a menudo resultan de problemas graves como fallas de hardware (por ejemplo, fallas del servidor), fallas de software (por ejemplo, fallas de aplicaciones o corrupción de bases de datos), cortes de energía, fallas de red, desastres naturales o ataques cibernéticos que interrumpen el funcionamiento normal de un sistema o servicio.
Las interrupciones del sistema pueden tener un impacto significativo en las organizaciones, provocando pérdida de productividad, ingresos y, en algunos casos, pérdida de datos.
Los servicios de soporte de TI pueden brindar asistencia que evitará y mitigará el tiempo de inactividad y las interrupciones del sistema utilizando varios métodos, como los que se enumeran a continuación, que lo mantendrán a usted y a sus sistemas en línea.
Soluciones para tiempos de inactividad no planificados y cortes del sistema
Sistemas de redundancia y conmutación por error
Implementar sistemas redundantes, como servidores de respaldo, fuentes de alimentación y conexiones de red, para garantizar la continuidad en caso de fallas de hardware. Los sistemas de conmutación por error pueden tomar el control automáticamente si falla el sistema principal.
Copias de seguridad periódicas
Realice copias de seguridad de datos periódicas y asegúrese de que los procedimientos de copia de seguridad estén bien documentados y probados. Los datos respaldados deben almacenarse de forma segura, tanto dentro como fuera del sitio, para protegerlos contra la pérdida de datos.
Plan de Recuperación de Desastres (DRP)
Desarrollar un plan integral de recuperación ante desastres que describa los procedimientos para la recuperación de datos, la restauración del sistema y la continuidad del negocio en caso de eventos catastróficos. Pruebe el DRP periódicamente para asegurarse de que funcione según lo previsto.
Monitoreo y Alertas
Implemente herramientas de monitoreo que puedan detectar anomalías y problemas potenciales en tiempo real. Configure alertas para notificar al personal de TI o a los administradores cuando se detecte un problema para que puedan tomar medidas inmediatas.
Gestión de parches
Mantenga actualizados el software, los sistemas operativos y los parches de seguridad para reducir el riesgo de interrupciones relacionadas con el software causadas por vulnerabilidades. Implemente una estrategia de gestión de parches que revise y aplique actualizaciones periódicamente.
Agrupación en clústeres de alta disponibilidad (HA)
Utilice soluciones de agrupación en clústeres de alta disponibilidad para garantizar el funcionamiento continuo del sistema. En un clúster HA, varios servidores trabajan juntos y, si uno falla, otro se hace cargo sin problemas, minimizando el tiempo de inactividad.
Monitoreo y gestión remota (RMM)
Utilice herramientas RMM para monitorear y administrar proactivamente los sistemas de TI de forma remota. Estas herramientas pueden ayudar a identificar problemas antes de que causen tiempo de inactividad y permitir la resolución remota de problemas.